The Gift :: Imprensa
REPORTAJE
The Gift Nos queda Portugal
Su pop anglófilo, cinemático y modernista arrasa al otro lado de la frontera. ‘AM/FM’ les ha confirmado como la banda de referencia de la independencia lusa; un doble «con un lado íntimo y otro extrovertido» que ya rula por aquí
Son las once y media de la noche del 11 de abril y The Gift se aprestan a estrenar su nuevo sencillo -titulado no por casualidad ‘11.33’- ante la selecta multitud (medios, músicos y fans de pro) que abarrota la sala más cool de Lisboa. Tampoco es casual que el tema en cuestión -una impecable y adhesiva muestra de bailable pop electrónico abrillantado con orquestaciones y la poderosa voz de su cantante, Sonia Tavares- lleve sonando sin cesar desde horas antes en las principales radiofórmulas del país o que la furgoneta Hyunday de la banda luzca customizada por los sponsors de su gira; nada menos que Apple, Vodafone y, claro, Hyunday.
«Aquí el mercado es muy pequeño y esos apoyos no los conseguimos ni para los artistas multinacionales. Además de por las ventas, ellos lo han logrado porque John es un genio para los negocios», apunta una ejecutiva de Universal, una de esas multinacionales con las que los autogestionarios The Gift nunca han querido trabajar.
John es John Gonçalves, bajista, compositor principal y ‘cerebro’ del grupo que completan su hermano Nuno (piano, teclados, secuencias), Miguel Ribeiro (guitarra, teclados, secuencias), Sonia y un baterista de apoyo para los directos. Ha pasado algo más de una década desde que The Gift se formaran en Alcobaça (a 60 kilómetros de Lisboa) y, con menos de 20 años de media, debutaran con ‘Digital Atmosphere’, un modesto primer disco -«casi una demo», puntualiza John- que ninguna compañía quiso editar.
El grupo respondió con ‘Vinyl’ (98 ), un disco de indie pop anglófilo acrisolado con tecnología y orquestaciones que ellos mismos se autofinanciaron y que, por sorpresa, acabaría por convertirse en el primer gran éxito independiente luso. Fue el primer aldabonazo comercial y crítico de una carrera en continua progresión, siempre adscrita a la más estricta independencia. Una filiación que, ahora que apuntan alto, los Gift no se cuestionan.
«En su momento arriesgamos, pero aquel disco nos dio una independencia financiera para hacer lo que queríamos. Siempre hemos creído en nuestra música, así que invertimos en equipo, creamos nuestra editora y oficina de producción para tener el control de todo. Sólo concertamos con compañías grandes la distribución. Ahora parece todo muy bonito, pero exige un gran esfuerzo y un reparto de tareas. Hubo gente como Ricardo (Braga), uno de los fundadores, que prefirió dejarlo porque el grupo era muy exigente. Demasiado trabajo, falta de vida íntima... Hay que estar muy convencido», resume John.
«Sí, aquel disco puso las bases de lo que somos hoy, pero, para llegar aquí, además de hacer canciones, hemos tenido que aprender todas las facetas del negocio. Creo que todo ello nos ha ayudado a madurar y crecer más rápido de lo normal», incide Sonia. Además de telonear a Divine Comedy, una de las influencias confesas de la banda, ofrecieron cerca de un centenar de conciertos y proyectaron su concepción artie del pop con un libro de fotografías (‘A single diary’) y el vídeo ‘A single hand camera’.
Sin regateos
The Gift continuaron su progresión y se convirtieron en la referencia del indie luso con ‘Film’, un tercer disco con un sonido épico, tan poco frecuente en una producción independiente como las colaboraciones de los cotizados Howie B (U2, Björk), el batería Daniel Howard (Cinematic Orchestra) o las orquestaciones de Gavin Friday (Nick Cave, Massive Attack).
Como las de Departure Lounge, Flaming Lips, Perry Blake o Tosca, el pop cinemático, ampuloso y orquestal de las canciones de ‘Film’ evocaba el ya conocido nicho de ‘banda sonora para películas imaginarias’. Un formato en el que The Gift aún se reconocen. «No regateamos en nada. Queríamos una producción grande e intachable, pero también con un punto artesanal. Grabamos con Gavin Friday y una de las mejores orquestas de cuerda de Londres. A Howie B le mostramos lo que hacíamos y, aunque tenía infinidad de proyectos, accedió a venirse dos semanas a Portugal. El cine y las imágenes actúan como hilo conductor; desde el principio ha sido así. Incorporábamos proyecciones incluso cuando no teníamos medios».
‘Film’ sentó las bases de la proyección exterior de unos Gift que llegaron a girar por Estados Unidos con una alineación de 14 músicos, septeto de cuerda incluido. «Fue una locura, pero entonces queríamos diferenciarnos de todos. Después de más de cien conciertos, evolucionamos hacia un sonido más cinemático, con metales; hoy tenemos un formato reducido a cuatro músicos, más acorde con lo que hacemos ahora».
Y lo que The Gift hacen es, en palabras de John, «un sonido híbrido y contemporáneo que apunta en muchas direcciones». Una apuesta en la que las orquestaciones han cedido terreno ante la inditrónica de Lali Puna o The Notwist, la psicodelia de Flaming Lips y Mercury Rev, el punto experimental de Radiohead , algunos ecos bailables de Manchester y el nuevo baladismo indie de Coldplay, Keane o Embrace.
Todo ello presidido por el magnetismo de la voz pelín andrógina de Sonia, que por momentos evoca tanto a Patti Smith como a Blondie o una Beth Gibbobs (Portishead) con la que coincidió en ‘Cinema’, último disco en solitario del ex Madredeus Rodrigo Leao, en el que también colaboraron Rossa Passos, Helena Noguerra y Ryuichi Sakamoto.
Las conexiones entre The Gift y el que fuera líder de los pioneros del rock portugués, Setima Legiao, no quedan ahí: los hermanos Gonçalves comparten con él un divertimento paralelo llamado Manchester Mad Remixes, con el que suelen versionear a Happy Mondays, Joy Division, Stone Roses o New Order en los clubes que Leao y Nuno tienen en Lisboa y Alcobaça.
«Nos influyen muchas cosas, pero Radiohead han sido muy importantes en nuestra búsqueda de ‘bleeps’ electrónicos y sonidos nuevos. Por su inquietud y capacidad de reformulación, son una referencia. Creo que un disco suyo ha sido tan revelador para mucha gente como a otro nivel lo fue la televisión en su día. Es importante tener influencias, pero no ser influenciables. The Gift somos melómanos y siempre buscamos novedades, pero después de once años hemos encontrado nuestro propio estilo».
Dos caras
Bajo todos esos parámetros hay que inscribir el nuevo álbum doble con el que The Gift se han situado a la cabeza del rock portugués, por encima de otras formaciones anglófilas como Blind Zero, Lotto, Gomo o Blasted Mechanism. Se titula ‘AM/FM’ y muestra las dos caras del grupo. Las más íntima, ambiental y downtempo y la más extrovertida, pop y electrónica. «Es un concepto idóneo para una banda que tiene muchas caras e influencias. Se hace necesario dividir y ordenar, y a veces es difícil hacerlo en un mismo ambiente. Es una opción estética y artística. No había porqué perjudicar músicas, así que hemos intentado hacer dos discos que reflejen el lado más íntimo y el más extrovertido de una persona».
«Tan lejos y tan cerca, así han estado siempre España y Portugal», comenta John a propósito de sus intentos de penetración en un mercado estatal para el que ahora cuentan con el apoyo del sello V2, que acaba de lanzar su nuevo trabajo. «Aunque somos parecidos, es complicado. Las discográficas portuguesas creen que fuera sólo vende el fado y que España tiene más interés en promocionar a Enrique Iglesias o Alejandro Sanz que a tipos interesantes como Ojos de Brujo».
«Siempre que tocamos en España -concluye- nos dan discos de gente nueva y sabemos que hay savia interesante, igual que en Portugal. La lengua puede ser un problema, pero cuando vamos a sitos como Benicássim vemos que existen posibilidades. Y hay antecedentes: Héroes del Silencio vendieron aquí y La Frontera grabaron con GNR. Y tampoco nos olvidamos de Estados Unidos».
JOSU OLARTE
in www.elcorreodigital.com -2005-05
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